¡Pierde grasa con fuerza!
¡Muy buenas Dynamic@! Lo prometido es deuda, volvemos a la carga con las grasas. En el post anterior nos centramos en el aspecto de la pérdida de grasa, alguna información introductoria y algunas recomendaciones.
Esta vez nos centraremos en el ejercicio y el entrenamiento, de manera que vamos a ver qué tipo de trabajo y que métodos de entrenamiento parecen la mejor opción de cara a la pérdida de masa grasa y mejora de nuestra composición corporal.
Antes de nada, es importante recalcar que hay muchos factores que afectan a la quema de grasas, o lo que es lo mismo, al uso de las mismas como combustible, tales como las ingestas que realizamos, la duración del ejercicio, el tipo de ejercicio, el género, los suplementos que utilicemos o las temperaturas tanto altas como bajas.
Existe un mito extendido de que el cardio quema más grasas. Como he indicado anteriormente, este
cardio que hagamos depende de muchos factores, entre los más importantes, la intensidad y la duración. Para un trabajo a intensidad baja-moderada, 50-60% de nuestro consumo máximo de oxígeno(VO2max), utilizaremos mayoritariamente las grasas como combustible, la utilización de los hidratos de carbono como combustible es directamente proporcional a la intensidad, por lo que según incrementemos la intensidad del ejercicio, mayor porcentaje de utilización de hidratos y menor de grasas habrá. La verdad es que el cardio y cualquier actividad intensidades bajas-moderadas nos hará quemar grasas, teniendo en cuenta que dicha oxidación de grasas aumenta conforme progresa el entrenamiento.
Entonces, ¿adelante con el cardio, es lo que más quema, no?
Si recordáis, para una pérdida de masa grasa, lo más importante es centrarse en un balance calórico negativo moderado al final de la jornada. Para que una sesión de cardio, a un ritmo bajo moderado nos resulte efectiva en la quema de grasas tendríamos que invertir bastante tiempo, más del que tenemos en mente.
Por lo tanto, nuestro objetivo ha de centrarse en el trabajo de FUERZA. El trabajo de fuerza nos supondrá un consumo energético total de la sesión mayor que en un trabajo cardiorrespiratorio. Entrenamientos tipo circuito, HIT(hight intensity training), HIIT(Hight Intensity Interval Training), SIT(Sprint Interval Training), trabajos de fuerza Resistencia, hipertrofia son claros ejemplos en los que el gasto calórico estará muy por encima en comparación al “cardio”, en un mismo tiempo de duración de sesión, simplemente por trabajar a intensidades más altas.
Evidentemente no todo el mundo puede trabajar a intensidades altas, ni todo el mundo puede hacer determinados ejercicios por su dificultad, al igual que no todos podemos trabajar con cargas altas, pesadas.
No solo obtenemos el beneficio de un gasto calórico total en la sesión mayor, aún hay más beneficios. Y es que está demostrado que con la fuerza hay muchas más adaptaciones que con el trabajo “cardio”, hay mejora del desarrollo de tejido muscular, mejora de la densidad ósea, aumenta el gasto metabólico en reposo, aumenta la sensibilidad a la insulina, disminuye el colesterol “malo”(LDL), aumenta el colesterol “bueno”(HDL).
Es por ello que nuestro entrenamiento, nuestra sesión, nuestros ejercicios deben seguir una progresión lógica. Debemos establecer un acondicionamiento previo que vaya de ejercicios simples a ejercicios más complejos, trabajar a intensidades bajas moderadas e ir incrementando estas a medida que avanzan las semanas, aumentar las cargas gradualmente, progresar de ejercicios analíticos a globales, buscar la funcionalidad de las tareas sin volvernos locos. Es ahí donde, si andas un poco despistad@ el entrenador te guiará y te ayudará a confeccionar tus sesiones, a planificarte y a realizar mucho mejor los ejercicios.
Espero que os haya gustado este artículo, si es así, os agradecería que lo compartáis.
Si quieres que te ayude a mejorar tus entrenamientos, a conseguir tus objetivos y sobre todo, disfrutar en el proceso, no dudes contactar conmigo pinchando aquí.
¡Abrazos!
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